domingo, 9 de diciembre de 2007

Ley de Medios: qué reformar

Después del revés a la Ley Televisa, el Senado formó un grupo plural para la revisión de las leyes federales de telecomunicaciones, y de radio y televisión. Dentro de este proceso, se están realizando audiencias públicas en las que han comparecido autoridades, cámaras industriales, asociaciones civiles y académicos. Con indiscutible compromiso con el derecho a la información, todos los documentos presentados y las versiones estenográficas de las sesiones de dicho grupo plural están disponibles en Internet en http://www.senado.gob.mx/telecom_radiodifusion/index.php. La semana pasada fue la Subsecretaría de Comunicaciones quien presentó su diagnostico sobre las necesidades de reforma. Los temas expuestos por el Subsecretario Rafael del Villar fueron numerosos y con sugerencias concretas. Resaltaremos algunos.

Primero. El uso compartido de infraestructura (ductos, postes, torres, antenas) reduciría barreras a la competencia, haría un uso eficiente de la infraestructura existente y disminuiría los daños al medio ambiente. A manera de ejemplo, se indicó que hasta un 80% del costo para el despliegue de redes de fibra óptica es para la construcción de ductos. La propuesta favorece el acuerdo entre empresas y, en caso de desacuerdo, la autoridad podría obligarlas a compartir infraestructura.

Agregaría yo que los derechos de vía deben proveerse conforme a procedimientos transparentes, públicos, no discriminatorios y con criterios objetivos. Además, se considera que el operador histórico tuvo privilegios para tender su red y obtener derechos de paso, muchas veces incluso sin pagar por ello, mientras que los nuevos operadores debieran gozar de los mismos privilegios (Braun y Capito). En México es un problema padecido por todos los concesionarios porque los procedimientos para obtener derechos de vía o uso de bienes (p. ej., para colocar una radiobase para celular) varían de municipio en municipio, generalmente no existen criterios públicos y se discrimina ampliamente.

Segundo. Las sesiones del Pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones deben ser públicas. Sin reforma legislativa, esto puede realizarse actualmente. Por ejemplo, en las sesiones sobre desacuerdos de interconexión, confirmaciones de criterios y emisión de disposiciones de carácter general. También las reuniones del Comité de Consultivo de Tecnologías Digitales para la Radiodifusión debieran hoy ser públicas.

Tercero. El Registro de Telecomunicaciones debe tener información completa y ser accesible a todos por medio de Internet. Esto puede realizarse sin reforma a la ley. Lo que sí se requiere es voluntad de Cofetel de cumplir con los artículos 64 y 65 de la Ley Federal de Telecomunicaciones. Para el acceso por Internet se necesita que el Ejecutivo Federal emita el Reglamento respectivo, pero públicamente no existe ni siquiera un borrador después de más de 19 meses de la reforma a dicha ley.

Cuarto. Las estaciones de radio y televisión deberán transmitir un porcentaje de producción independiente. A diferencia de lo que hoy sucede con las reformas de la llamada Ley Televisa, en las que el término producción nacional independiente carece de definición y sólo permite incrementar el tiempo de publicidad en perjuicio de la audiencia, este punto deberá cuidar cómo se define producción independiente. Ésta debe favorecer a las expresiones surgidas de la sociedad civil y de las universidades, debiendo tener como propósito favorecer los distintos rasgos de la identidad nacional.

Quinto. En radio y televisión abierta se deben eliminar las tarifas mínimas. Este punto es coincidente con lo propuesto por la Comisión Federal de Competencia para una política de competencia sólida, junto con el must carry y must offer que obligarían a las estaciones de radio y televisión a incluir contenidos locales, así como a ofrecer la programación de señal abierta a las empresas de televisión de paga en términos no discriminatorios.

Qué reformar y cómo, seguirán siendo las interrogantes.

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